LA PLATA (De nuestra corresponsalía).- El Ministerio de Trabajo bonaerense comenzó ayer una serie de inspecciones en barrios privados de la zona norte del conurbano, destinadas a combatir el trabajo en negro. El gobierno de Felipe Solá sospecha que tras las lujosas fachadas de las casas de los countries se esconde una cuantiosa evasión de contribuciones patronales.
Encabezados por el director provincial de Delegaciones e Inspección de esa cartera, Angel Julianelli, 19 inspectores (de los 150 que hay en la provincia) recorrieron el club de campo Mayling, ubicado en el kilómetro 50 del Acceso Norte, en Pilar.
Allí relevaron a los empleados de seguridad del lugar, al personal doméstico de cada vivienda (algo que nunca antes se había hecho, según afirmó el funcionario) y a los obreros que construyen edificios.
La inspección fue sorpresiva, pero no del todo: el ministro de Trabajo, Roberto Mouilleron, ya había anticipado que se iniciaría una serie de controles en countries de la zona norte. "Hay denuncias muy fuertes de los gremios [acerca de la presencia de trabajadores en situación irregular en esos lugares]", había dicho el ministro en esa ocasión. "Muchas veces este tema se miró de costado. Nadie denunciaba nada. Hoy empezaron a aparecer las denuncias. Y si hay denuncias, nosotros no podemos dejar de actuar", dijo ayer Mouilleron a LA NACION.
A Mayling seguirán otros clubes de campo de la zona, hasta completar la decena. LA NACION acompañó al equipo de inspectores que, desde poco antes de las 11, tocaron los timbres de los copropietarios y se presentaron en los comercios del barrio privado y en los lugares donde se están construyendo nuevas casas.
Recibidos por miradas amables, aunque sorprendidas, recabaron datos de empleados y empleadores y requirieron documentación que deberá ser presentada en dos semanas. En el caso de mucamas y asistentes, se requirió la presentación de la constancia de inscripción en el Régimen Simplificado para Servicio Doméstico.
En tanto, inspectores especializados y miembros de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) recorrieron las viviendas en construcción para verificar las condiciones de seguridad y la existencia de documentos relativos al riesgo de obra, además de la condición laboral de los empleados.
Todos esos comprobantes deberán ser presentados en la semana que comienza el 25 del actual, y los empleadores que no puedan justificar las condiciones de trabajo de sus empleados se exponen a multas que van de $ 1000 a $ 5000 pesos por trabajador.
CANCHAS DE GOLF:
Hasta entonces, no se sabrá si realmente hay trabajadores en negro en los barrios privados relevados por los funcionarios de Trabajo. Pero Julianelli cree que se hallarán irregularidades. "Suponemos que hay mucho [trabajo en condiciones irregulares] en las áreas de construcción y trabajo doméstico y en las canchas de golf, donde los caddies podrían no estar registrados", dijo el jefe del operativo.
Lo que sí se descubrió en Mayling son algunas deficiencias en las condiciones en que trabajan los obreros de la construcción. Se labraron infracciones por la falta de cascos y elementos de protección. En un caso se sancionó a un copropietario por no permitir que los funcionarios relevaran a su personal doméstico.
En el barrio privado se realizaron 38 inspecciones laborales; 27 de ellas tuvieron por objetivo conocer la situación de los empleados domésticos, y 11 evaluaron las condiciones laborales de los trabajadores de las obras en construcción y remodelaciones. Fueron consultados 116 trabajadores y se recogieron datos sobre otros 102 empleados que no estaban presentes.
Los 19 inspectores liderados por Julianelli, acompañado por el director de Inspecciones Laborales del Ministerio, Enrique Cattani, y por el jefe de la Delegación Pilar de la cartera, Guillermo Lindoso, se presentarán durante las próximas semanas en otros countries de la zona norte en los que, según sospechan los tres funcionarios, podrían haber trabajadores no registrados o inscriptos como si trabajaran en condiciones diferentes de las reales.
"Las inspecciones en clubes de campo son una continuidad de los operativos que se vienen realizando desde octubre pasado", dijo el responsable del control. En enero, los comercios y playas de la costa atlántica fueron los elegidos por los "sabuesos". Encontraron un 50% de informalidad en las actividades estables y cerca de un 70% entre quienes trabajan sobre la arena, según datos oficiales, que también consignan que un 55% de los trabajadores en condiciones irregulares fueron blanqueados luego de los controles.
La intención es repetir ese efecto en los barrios privados. "No buscamos tanto la sanción como el blanqueo. Si algunos propietarios deciden regularizar a sus empleados luego del operativo, para evitar las multas, para nosotros está bien", dijo una fuente.
|