Inicio Contáctenos Links Utiles Mapa del Sitio Sitio en Ingles
SERVICIOS  
  RED SOCIAL  
FECTC  
AMORES  
 
 
 
DEFINICIONES DE GERARDO MARTINEZ:

LA CONSTRUCCION ES HOY UNA POLITICA DE ESTADO

DISCURSO: El líder constructor Gerardo Martínez, días atrás hablando en una asamblea con trabajadores de las obras de Puerto Madero. Allí anunció los aumentos salariales logrados por el gremio.


En diálogo con DE PIE, el titular de la UOCRA destacó que el Gobierno nacional haya hecho suyo un viejo reclamo de nuestro gremio: considerar a nuestra industria como una inversión y no como un gasto público. Asimismo consideró que también se presenta un panorama alentador para la inversión privada. El líder sindical culpó del rebrote inflacionario a sectores formadores de precios y volvió a reclamar una nueva Ley de Riesgos del Trabajo, con eje en la prevención.

>> Después de tres meses de una ligera caída en la actividad del sector, abril volvió a mostrar números alentadores para la construcción. ¿Considera que esa tendencia favorable se va a sostener en el corto y el mediano plazo?

No hay motivos para pensar que este repunte no se mantenga en el tiempo y que se modifique la tendencia. El marco internacional y el nacional dan la oportunidad de reafirmar esta tendencia de crecimiento. Y no solamente en lo que se refiere a la inversión pública, que es un dato relevante de estos últimos tiempos. También genera grandes expectativas la inversión privada: la Argentina comienza a generar señales de confianza y buenas condiciones para hacer negocios. Además de los inversionistas o emprendedores inmobiliarios del exterior interesados en construir edificios y viviendas, también se presenta un marco alentador para aquellos argentinos que tienen dinero para invertir en metros cuadrados. Esto es así porque ahora es algo más seguro de lo que pasaba antes, cuando las inversiones financieras pasaban por la timba financiera. Definitivamente, hay datos para ilusionarse con un crecimiento estructural, que posibilitará mayor cantidad de puestos de trabajo.

>> El índice de expectativas del Centro de Profesionales de Arquitectura, según se supo, es a todas luces moderado. ¿Cómo se explica entonces tanto optimismo por el lado de la UOCRA?

Nuestra visión es más optimista porque en la UOCRA atendemos tanto la inversión pública nacional, provincial y municipal como la inversión privada. Quizás en el área vinculada al sector de los profesionales está más atada a la inversión privada. Pero atención: ellos hacen una lectura más moderada que nosotros, pero no deja de ser una expectativa positiva. Los que conocen y se manejan con los indicadores de la industria de la construcción advierten que no hay razones para que nuestra industria se paralice. Son muchos los trabajos de infraestructura que se tienen que hacer. En lo que a nuestro sector se refiere son necesarios más caminos, más autopistas, más viviendas. Y cuando digo viviendas incluyo naturalmente a las viviendas sociales, para los millones de argentinos de pocos recursos. Y viviendas también para aquellos sectores de la población con cierta capacidad de ahorro que todavía no encuentran un menú de propuestas para satisfacer sus expectativas de mejorar la calidad de sus viviendas.
Estas cosas son fundamentales y creo que en este punto el Gobierno, después de haber superado lo peor de la crisis Argentina, empezó a cubrir esa brecha que antes cubría el Banco Hipotecario Nacional. Hoy aquel banco ya no está, lo privatizaron y no cumple ninguna tarea en el fomento de la vivienda social. Creo que desde el Banco Nación se tendría que promover un área inmobiliaria, a la manera de lo que hacía el histórico Banco Hipotecario, para volver a darle vivienda a sectores de la clase media baja, que puede pagar una cuota de mejor monto para una vivienda de mejor calidad y terminación de las que se construyen hoy como viviendas sociales.

>> Gerardo, ¿qué está pasando con la obra pública?, ¿el Gobierno sigue teniendo a la obra pública como uno de los motores de desarrollo y productividad?

Acá hay un dato no menor: el Gobierno ha considerado por suerte que reactivar la obra pública no es gasto sino inversión pública. Este concepto es fundamental. También es clave que se promocione la vivienda social ante el gran déficit que tenemos en la Argentina (entre 3 y 4 millones de viviendas). Por lo tanto se tendrían que estar construyendo 250 mil viviendas por año, entre el sector público y el privado. Recién ahora se está llegando a una cifra de 120 mil. No olvidemos que cuando la Argentina explotó, se construían apenas 30 mil viviendas. Está claro que el Gobierno de Kirchner ha tomado a la construcción como eje de un desarrollo productivo y de mejora para las condiciones sociales de la gente. El Gobierno mantiene a la construcción como una política de Estado. Todo esto en el contexto de que el Gobierno ha sumado otras políticas que tienen que ver con el desarrollo industrial y comercial. Es para destacar esta visión estratégica de recuperación del mercado interno, de la industria nacional, del trabajo argentino. Y buscando que la problemática social no se resuelva por el derrame de aquellos que tienen abundancia.

>> Estamos hablando de una distribución más justa...

Claro. El Gobierno entiende que el Estado debe actuar para que haya una distribución más justa de la riqueza. De lo contrario, estaríamos continuando con una Argentina desigual, con una Argentina dual, donde unos pocos tienen la oportunidad ser parte del sistema y una enorme mayoría queda inmersa en un agujero negro.

>> El reciente rebrote de la inflación es un factor que no estaba previsto. ¿Cómo impactó la inflación en nuestro sector?

La inflación impactó bastante, a tal punto que si uno hace un análisis técnico económico de cómo están las variables de los costos de la industria de la construcción podríamos decir que hoy se esta construyendo como en la época del dólar a 1,40, comparativamente. Todos esos márgenes favorables que habían logrado muchas actividades con la devaluación, en la industria de la construcción se perdieron porque justamente existen actividades y empresas que son formadoras de precios. Y todo lo que está vinculado al petróleo o al hierro, por ejemplo, han tenido un aumento desmesurado. Estamos hablando de casi más del 250 por ciento, de 2002 a la fecha.

>> ¿A qué factores habría que atribuirles la responsabilidad de este rebrote inflacionario?

El problema inflacionario se genera porque ha habido sectores productivos que son formadores de precios que no han acompañado el esfuerzo que hicimos todos los argentinos para ver como resolvíamos mes a mes nuestros problemas. Ellos no, ellos lo hicieron en pocos meses, recuperaron, y con creces, lo que supuestamente perdieron entre comillas. En este momento, para hacer una correcta evaluación, un emprendedor ya sea de una vivienda pública o privada, cuando va a comprar insumos como la grifería, tiene que estar analizando si le conviene comprar la argentina o la alemana. Porque a lo mejor la alemana es mucho más económica que la local. Esto muestra el desequilibrio, el abuso que han provocado con este proceso inflacionario. Por eso, nos parece lamentable ese discurso que dice que los salarios son los que provocan la inflación. Una absurda mentira.

>> ¿Cómo impactaron sobre los salarios de la construcción este rebrote inflacionario después de la paritaria que negoció la UOCRA?

Por un lado nos preocupa porque no queremos ir por detrás de los acontecimientos y obviamente no queremos una Argentina inflacionaria. Queremos una Argentina equilibrada, donde todos tengan conciencia de las necesidades que tiene nuestro país. Pero por otro lado nosotros decimos que en el caso de la construcción tenemos una paritaria permanente, siempre abierta y alerta a un impacto de la inflación que perjudique la capacidad del poder adquisitivo de nuestro salario. Ya en este momento hay una mesa de negociación que está analizando no solamente lo que va a ser el nuevo convenio colectivo de trabajo, sino que también estamos analizando el impacto que hay respecto del poder adquisitivo del salario. En cuestión de días vamos a tener noticias sobre estas cuestiones.

>> Los lazos de solidaridad que se manifestaron en nuestra organización sindical durante lo peor de la crisis hicieron que el crac de la economía fuera más soportable para nuestros compañeros. Ahora bien, ¿cuánta mano de obra de compañeros constructores se recuperó desde entonces?

Cuando en la Argentina tocamos fondo, hacia fines de 2001, llegamos a tener unos 80 mil trabajadores en actividad y más de 350 mil trabajadores desocupados en el sector. Hoy, a la fecha, ya estamos en 270 mil trabajadores con ocupación, por suerte. Y avizoramos una mayor cantidad de puestos de trabajo para el futuro inmediato, como decíamos gracias al crecimiento de las inversiones en el sector. Justamente, días atrás, se anunció la construcción de miles viviendas que se van a construir, especialmente en el conurbano bonaerense. Esta es una noticia muy importante. Y ya se sabe: cuando crece la industria de la construcción, especialmente en el rubro viviendas, no sólo se generan nuevos puestos de trabajo sino que también mejoran las condiciones sociales de nuestras familias. No olvidemos que hay millones de argentinos viviendo en forma precaria, en las villas de emergencia. Y cuando se construyen viviendas sociales, como está ocurriendo últimamente, queda probado que la vivienda digna funciona como ordenador social. Esto además es apostar a la familia, a la calidad de vida, a la educación, a la seguridad


>> A partir de la mejora de la economía y la consecuente mejora para los trabajadores se infiere que la UOCRA también ha crecido. ¿Eso es así?

Absolutamente. El crecimiento ha determinado que mejoren los ingresos de la obra social y de la organización sindical. Por eso, acabamos de lanzar en UOCRA una cierta cantidad de beneficios, apostando justamente a la familia, a nuestros hijos, a través de subsidios, mayores posibilidades de acceso al turismo nacional.
Hemos constituido una red de servicios con distintos hoteles en los puntos turísticos más atractivos de la Argentina. En cuanto a la obra social, hemos podido reabrir una buena cantidad de nuestros centros médicos de atención primaria, que se habían cerrado en los últimos tiempos por falta de presupuesto y también por falta de compañeros. Teníamos zonas, como Laferrere o en General Pacheco, que en la época de la crisis registraba más desocupados que ocupados. Hoy afortunadamente de a poco estamos volviendo a la normalidad, procurando especialmente que nuestros trabajadores tengan una mejor calidad en las prestaciones de salud.

>> Gerardo, esta es una pregunta que se repite año tras año. Pero que se hace inevitable hacerla hasta tanto no haya respuestas. ¿Cuándo se sancionará una nueva ley de riesgos del trabajo, siendo que la actual quedó vaciada por un sinfín de pronunciamientos judiciales?

Esta es una cuestión que ya tendría que estar resuelta. Desde la CGT hemos promovido un proyecto de ley que entregamos a Saúl Ubaldini en la comisión de legislación laboral de Diputados. Nosotros decimos que ya hay un camino marcado por el fallo de la Corte. Y nosotros de ese camino no nos vamos a mover. Cualquier propuesta que surja, sea del Poder Ejecutivo o de los empresarios, que no atienda o no entienda el fallo de la Corte, ese hipotético proyecto lo vamos a caracterizar de inconstitucional.

>> ¿Por qué dice usted que el proyecto de la CGT está en consonancia con lo que dictaminó la Corte Suprema de Justicia?

Porque nosotros proponemos básicamente actuar con mucho vigor en materia de prevención, que se castigue a las empresas que actúan en forma inescrupulosa, que el Estado tenga un rol protagónico importante. Que la prevención y el cuidado de los trabajadores accidentados tenga un área relevante en el Ministerio de Trabajo, que no sea como una superintendencia que actúa en forma aislada, autárquica. Nosotros queremos que funcione como una Secretaría de Estado y que haya una comisión permanente con la representación empresaria y sindical y que ésta analice el comportamiento del sistema. Hay que volver a poner las cosas en su justa medida: el responsable de que no se produzcan accidentes es del empresario. Del que contrata y lleva adelante el emprendimiento. Los empresarios tienen que adoptar políticas de prevención y de seguridad. La fatalidad y el riesgo del accidente existe, pero las estadísticas nos dicen claramente que no hay políticas de prevención. No nos interesa tanto, aunque es importante, el resarcimiento económico de la indemnización. Pero lo que más le interesa a la UOCRA es la prevención. Evitar que el accidente ocurra. Eso sí: las indemnizaciones deben estar actualizadas en línea con las que se pagan en países serios.

>> Habrá escuchado que algunos dicen que eso es apostar a la industria del juicio.

Eso es mentira. Sólo se trata de poner las cosas en su lugar. Muchos empresarios no respetan la vida de los trabajadores y a eso hay que ponerle un punto final. Las empresas y las compañías que actúan tienen que garantizar sí o sí un marco previsible.

CUMBRE MUNDIAL
PUENTE DE UNIDAD

>> ¿Qué significado tiene que en diciembre de este año se realice en Buenos Aires el congreso de la Federación Internacional de trabajadores constructores y de la madera?

Es un dato sumamente importante y trascendente. Es la primera vez desde que existe una Federación Internacional como es la FITCM que se hace el Congreso Mundial en Latinoamérica.
Creo que eso es un reconocimiento a la presencia y al trabajo militante y social que ha venido desarrollando el movimiento sindical de la región y en especial el argentino. Hemos marcado un camino de participación, de respeto, en búsqueda de mejorar las condiciones sociales de este mundo globalizado. El mundo nos mirará en Diciembre de 2005. Esto es un orgullo para la UOCRA. Allí tendremos la posibilidad de intercambiar experiencias e iniciativas.
Nos va a enriquecer sin duda.

>> Frente a las disputas que se han venido sucediendo en la conducción de la CGT, acerca de cómo debería organizarse a partir de julio, cuando vence el plazo de actual triunvirato de Moyano, Lingeri y Rueda, usted volvió a tender puentes de acercamiento entre los sectores en pugna. ¿Será posible preservar la unidad?

Espero que sí. La idea es siempre buscar la unidad. Que haya disenso, pero no ruptura. Las peleas en la CGT frente a las necesidades de los trabajadores aparecen sin contenido y no tendrían que suceder. Necesitamos una CGT fuerte, unida; una CGT que marque los derechos sociales y que diga cómo conquistarlos y defenderlos. Un movimiento sindical más provocador para lograr una sociedad mas justa. También necesitamos más autocrítica. La sociedad nos exige recuperar el orgullo de una Argentina con cultura del trabjo. Y en eso tiene mucho que hacer el sindicalismo. Hay que conseguir trabajo para los desocupados. Los dirigentes no nos podemos distraer. A los trabajadores nunca nadie nos regala nada. Hay que sentarse y hacerlo con fuerza a la mesa de las grandes discusiones. Por eso, el movimiento sindical debe estar unido para discutir en igualdad de condiciones con el sector empresario. El equilibrio es tarea del Gobierno.
 
 

Contáctenos
Email:webmaster@uocra.org

2005. Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina. Todos los derechos reservados.